¿Puede una mermelada transformar a México?

Los seres humanos no quieren limosna. Quieren ser útiles y añadir valor.

En este podcast hablamos del proyecto “yo quiero, yo puedo” del IMIFAP (Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población, AC) y como está habilitando a mujeres de comunidades marginadas a convertirse en microempresarias y cómo tu y yo podemos transform a México escogiendo los productos que compramos.

Aquí puedes escuchar el audio del programa transmitido el 10 de agosto 2011.

Transcripción

Pregunta: ¿Puede una mermelada transformar a México? Específicamente una mermelada de Guayaba.

  • Si
  • No
  • Depende

Fíjate que la semana pasada llegó mi esposa del súper con una mermelada de guayaba de la marca “Tía Lore” que traía pegada una etiqueta de la fundación Wal-Mart que decía “integramos el 100% de la venta de este producto, incluyendo la utilidad, para apoyar la alimentación de comunidades marginadas”. Me intrigó la promesa y me puse a investigar.

Resulta que los productos “Tia Lore” son el resultado de un proyecto ciudadano que se llama “Yo quiero, yo puedo…” que desarrolló el IMIFAP (Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población, AC). Una institución que nace hace 25 años y que a la fecha ha beneficiado a más de 19 millones de personas en 14 países.

¡Se me hizo súper bello el nombre “yo quiero, yo puedo” como concepto de un programa y también como una afirmación del poder que cada uno de nosotros tenemos para tomar control de nuestras vidas y juntos sacar adelante a nuestros querido México!

Observa lo que dice la etiqueta: Este producto forma parte del movimiento “Yo quiero, yo puedo…apoyar al campo”, iniciativa sin fines de lucro que promueve la estabilidad e independencia financiera, formando negocios pequeños dentro de comunidades que carecen del los medios y el acceso al mercado…

Resulta que esta mermelada es elaborada por mujeres de la comunidad de Santiago del Río, en la Sierra Mixteca Alta de Oaxaca donde se cosechan estas guayabas. Y lo padre es que han aprendido como elaborarla con los estándares de calidad, que les ha dado entrada a la cadena de autoservicio más grande México y el mundo.

A veces grandes iniciativas vienen en pequeños paquetes ¡Como es el caso de esta mermelada de guayaba que puede transformar a México!

Por qué digo esto. Detengámonos a analizar el proceso y lo que significa para el desarrollo del país.

Los seres humanos no quieren limosna. Quieren ser útiles y añadir valor. Y este proyecto les enseña a estas mujeres a crecer como personas, a ser responsables, y a añadir valor a sus familias y a su comunidad.

Encontré en YouTube un testimoniales de una de las mujeres beneficiada del programa, que narra como antes su familia tenía que vivir con sólo $200 pesos a la semana, producto del trabajo de su marido en el campo.

Ahora gracias a la formación que recibió de la fundación “yo quiero, yo puedo” ha creado una pequeña panadería, que echo a andar gracias a un microfinanciamiento que recibió del banco comunitario que integró ella con otras 20 mujeres de la comunidad.

Este negocio ha transformado su vida y la vida de su familia. Ahora cuentan con un ingreso semanal de $800 pesos que permite a su hijo Edgar asistir a la secundaria al igual que le ha ganado a ella el respeto de su marido, que ahora la toma en cuenta para las decisiones de familia.  Se me hace sensacional.

A la fecha el IMIFAP ha fomentado la creación de 130 bancos comunitarios que han generado 1,364 microcréditos para lanzar microempresas. Hoy estas mujeres emprendedoras se han transformado en integrantes productivos de la sociedad que han dejado atrás la filas de la extrema pobreza.

Como antecedente este programa de microcréditos está basado en el concepto del banco comunitario creado Muhammad Yunus de Bangladesh en el año 1976 y por lo cual recibió el Premio Nobel de la Paz en el año 2006.

Yo estoy convencido que este tipo de iniciativas posee los elementos indispensables para transformar a México: educación, formación, financiamiento y acceso a mercados. Por eso hay que apoyarlas.

La mesa está puesta. IMIFAP forma, instruye y habilita, y cadenas como Walmart le dan salida a estos buenos productos para que lleguen al consumidor final.

Y es ahí donde nos toca a ti y a mi colaborar activamente en el desarrollo y transformación de México escogiendo a conciencia los productos que compramos. Nuestra compra dictará que empresas e iniciativas florecerán y cuales desaparecerán. No puedo enfatizar bastante la responsabilidad  y el poder que tenemos. Hay que volvernos consumidores conscientes que ejerceremos nuestro voto comprando.

Por lo tanto, yo te invito a apoyar estas nuevas iniciativas ciudadanas comprando productos como esta mermelada de la marca “Tía Lora” y aplicar su filosofía, yo quiero, y yo puedo contribuir a un México mejor.

Al igual si eres empresario, te invito a seguir el buen ejemplo de Wal-Mart y conviértete en parte de la solución apoyando este tipo de programas ciudadanos que son verdaderas iniciativas ganar-ganar-ganar. Gana México al hacer viables un sin fin de proyectos productivos que permiten enfrentar la pobreza extrema y poner cimientos para edificar el país que todos queremos. Ganan tus clientes  porque le das la oportunidad de participar comprando estos productos y ganas tú su admiración y respeto por ser un empresario con principios que ellos recompensaran  a través de su lealtad.

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